Sobre el terreno

La erupción volcánica destruyó muchas instalaciones de suministro de agua. Las comunidades precisan soluciones  efectivas que garanticen la protección de los sistemas de distribución y que ayuden a garantizar la disponibilidad de agua, incluso en casos de emergencia.

Ante la emergencia provocada por la erupción del volcán de Fuego el 3 de junio de 2018, las comunidades más cercanas a las faldas del volcán, especialmente el casco urbano de Siquinalá, en el departamento de Escuintla, y colonias aledañas, se han visto afectadas por la destrucción o daños parciales de los sistemas de agua, lo que provoca un desabastecimiento considerable y prolongado.

Siquinalá se encuentra localizado en una zona de desfogue de material residual volcánico, lo que la hace una zona altamente vulnerable a los lahares, los flujos de sedimento y agua que se movilizan desde las laderas de volcanes y que son los causantes de la destrucción. La erupción fue catalogada como la más grande del volcán de Fuego desde 1974.

2.000 personas fueron evacuadas a albergues temporales. Esta situación provoca que las familias no tengan acceso a este recurso por largos periodos de tiempo y que no cuenten con alternativas que garanticen el correcto suministro de manera regular. En este contexto, las comunidades de Siquinalá requieren de una solución efectiva que garantice la protección de los sistemas de distribución y a su vez requieren la adopción de sistemas alternativos de captación de agua, que ayuden a garantizar la disponibilidad del recurso, incluso en casos de emergencia.

En detalle

Con la intención de solucionar el problema de manera integral y sostenible, se plantea un proceso de rehabilitación novedoso que responda a las condiciones del lugar, así como la incorporación de alternativas amigables con el ambiente que mejoren los niveles de disponibilidad del agua.

El proceso se plantea a través de la construcción de estructuras de soporte de cemento reforzado que servirán para elevar la tubería a la altura necesaria para librar la crecida del caudal del río tanto en época lluviosa como en los momentos de avenidas en los lahares.

La instalación de los sistemas de captación de agua de lluvia se hará en puntos estratégicos con el objetivo de aprovechar los altos niveles de precipitación de la zona en época de invierno.

Todas estas intervenciones serán reforzadas con capacitaciones en temas hidrológicos y de cambio climático que mejoren los conocimientos de la comunidad asegurando así el uso correcto y sostenido del recurso y de la nueva infraestructura.

Además, con la intención de dejar capacidad instalada en la comunidad, el proyecto busca dotar de herramientas e insumos básicos que permitan actuar de manera inmediata, en caso de una emergencia, garantizando a las familias el suministro regular de agua.

Durante toda la implementación del proyecto, la participación de las autoridades municipales es importante, ya que será a través de su buena gestión que la construcción de los sistemas se haga a tiempo y de manera correcta. Además, la comunidad jugará un rol importante, apoyando los procesos de construcción, desde la organización comunitaria, como participando activamente en los procesos de capacitación.