Construcción de dos embalses en Settipalli y D.K.Thanda4, India

Aldeas de Settipalli, región de Madakasira, y de D.K.Thanda4, región de Kalyandurg, India

Con la colaboración de

Vicente Ferrer – Hagamos un trato

De julio 2019 a julio 2020

Hemos proporcionado hasta 81.300 m3 de agua embalsada para el riego, la diversificación de los cultivos y la regeneración de la capa freática para frenar la desertificación y mejorar el medioambiente en una zona donde viven 619 familias de agricultores que sufren la sequía.

Objetivos

  • Construir dos embalses con capacidad de 33.000 m3 y 48.300 m3 en Settipalli y D.K.Thanda4 respectivamente, para recoger el agua de lluvia y abastecer 26 pozos en superficie.
  • Irrigar 11,13 hectáreas y 49,37 hectáreas en Settipalli y D.K.Thanda4 respectivamente.
  • Permitir la diversificación de los cultivos y recargar los acuíferos.

Beneficiarios

102 directos

  • En Settipalli: 5 familias agricultoras (24 personas)
  • En D.K.Thanda4:  21 familias agricultoras (87 personas)

2.306 indirectos

  • En Setttipalli: 394 familias (1.603 personas)
  • En D.K.Thanda4: 199 familias (703 personas)
Imagen del proyecto

Sobre el terreno

Existe una situación de sequía crónica en una tierra agrícola empobrecida por el monocultivo que depende de los monzones para subsistir.

VEn los estados indios de Andhra Pradesh y Telangana, donde viven los grupos de población más vulnerables, los campesinos están condicionados en su día a día por la situación de sequía crónica que sufre la zona, y por las desigualdades sociales a las que, todavía hoy, tienen que hacer frente.

Los habitantes de esta zona han luchado toda su vida contra una adversidad endémica: la esterilidad de la tierra. También han tenido que hacer frente a los bajos niveles de agua en las capas freáticas y la imprevisibilidad de los monzones que les aboca a cosechas inciertas en una zona en la que las consecuencias negativas del cambio climático ya se están haciendo sentir.

El empobrecimento de de los que viven de la tierra es la principal causa de su abandono y migración a las grandes ciudades, donde acaban hacinados en tugurios.

En detalle

Los embalses se construyen en terrenos cedidos por los agricultores que aportan su apoyo durante la construcción como mano de obra no cualificada.

El primer paso para la construcción de un embalse es la realización de un estudio geológico que confirma la existencia de acuíferos en el subsuelo. Este tipo de estructura se construye generalmente en valles, en su cota de nivel más baja donde las pendientes confluyen y el cauce de los arroyos o riachuelos del valle se estrechan dejando espacio para una amplia superficie inundable.

Si en la zona elegida las pendientes son reducidas, se construyen taludes de tierra con arena y piedras de grandes dimensiones que actúan como las paredes del embalse y garantizan la retención del agua sin riesgo de desmoronamiento. El talud izquierdo y derecho se unen en el cuerpo más sólido del embalse, el dique.

El dique se construye con cimientos y un grueso muro de hormigón armado que contendrá el agua hasta el nivel deseable, dejando fluir cauce abajo el agua sobrante. La superficie del dique se calcula teniendo en cuenta la superficie que ha de quedar inundada.

Los beneficios de los embalses

La construcción de embalses contribuye de forma decisiva al desarrollo de familias que viven de la agricultura y la escasa ganadería de la zona, ya que a través de la creación de este tipo de infraestructuras destinadas a la captación, almacenamiento y distribución del agua se hace posible la supervivencia del sector agrícola del que depende más del 80% de la población del distrito. (Ver también el proyecto de construcción de un embalse en Ganjikunta.)

De esta manera, aprovechando y gestionando eficazmente el agua y haciéndola accesible a las personas con menos recursos económicos, las familias campesinas pueden permanecer en su aldea y no tienen que emigrar a las grandes ciudades, en la mayoría de los casos, perpetuando el círculo de la pobreza extrema.

Además, la gestión del agua por parte de comunidades rurales tradicionalmente excluidas de los procesos de toma de decisión genera un cambio muy positivo. La comunidad hace suyo el proyecto, se autoorganiza para su construcción y la gestión del agua, responsabilizándose de su propio desarrollo.