Un nuevo proyecto de la Fundación We Are Water se ha comenzado a desarrollar en las Islas menores de la Sonda orientales (en indonesio Nusa Tenggara Timur), que constituyen una de las regiones más pobres del planeta. Allílos monzones del sudeste de Asia traen lluvia tan sólo de diciembre a marzo, de modo que durante los ocho meses restantes la zona se ve azotada por las sequías que, junto con la poca diversificación de los cultivos y la deforestación, la han convertido en una de las de mayor inseguridad alimentaria del mundo. La excavación de pozos que contempla el proyecto es un factor clave para paliar esta lacra.
La población de las islas, básicamente agrícola, ha desarrollado un sistema de recogida de agua de lluvia en tanques domiciliarios (de unos 5.000 m3 de capacidad) como fuente de agua potable, que son insuficientes ante las sequías cada vez más persistentes. Durante buena parte del año, los isleños tienen que acceder a fuentes de agua sin garantías de salubridad, o bien adquirir el servicio de camiones cisterna a un precio al que no todos pueden acceder.
El difícil acceso al abastecimiento de agua también significa que en los hogares pobres las mujeres y los niños son los encargados de ir a por ella, aumentando asísu inseguridad y el nivel de absentismo escolar.
La zona sufre una de las tasas más altas de niños menores de cinco años diagnosticados de desnutrición crónica (medida por estatura y edad) o desnutridos agudos: 46,7 y 20 %, respectivamente, en comparación con el promedio nacional de 36,8 y 13,6 %.
La falta de saneamiento es otro grave problema en las islas. Uno de sus distritos, el de Sumba Barat Daya, tiene el porcentaje más elevado de población que practica la defecación al aire libre y no existe una cultura de higiene personal. Como siempre, los niños se llevan la peor parte, con enfermedades diarreicas que empeoran su nivel de desnutrición. Además, el distrito tiene el porcentaje más elevado de casos de malaria de toda la provincia. En esta zona el agua potable también es escasa: más de la mitad de las familias del suroeste de Sumba no tiene acceso a una fuente adecuada.
Hay que tener en cuenta que, según el Banco Mundial, de las cuatro causas más importantes de mortalidad en niños menores de cinco años en Indonesia, dos de ellas – la colitis y la fiebre tifoidea – son enfermedades transmitidas por las heces que están directamente vinculadas con el suministro inapropiado de agua y con la falta de higiene.
La excavación de pozos, que contempla el proyecto, es una acción imprescindible para garantizar un acceso al agua potable a las comunidades más pobres. Pero también es necesario garantizar la sostenibilidad de las instalaciones. Para ello el desarrollo de las infraestructuras va acompañado de la creación del Comitéde Gestión del Agua Potable, que se encargaráde la sostenibilidad y gestión del agua, una vez los pozos entren en funcionamiento. Este comitétrabajaráconjuntamente con el Gobierno del Distrito y las autoridades comunitarias desde el diseño y seguimiento hasta la inauguración de los pozos.
El proyecto, que beneficiará a 5.640 personas, se enmarca en los programas a largo plazo de Wahana Visi Indonesia, el socio local con el que se ejecutará el proyecto. Éstos incluyen el trabajo con el personal de los posyandu, unos pro-gramas comunitarios de servicios integrados, impulsados por el gobierno in-donesio para mejorar la atención prestada en salud y nutrición, y proporcionar capacitaciones a las comunidades sobre cómo prevenir las enfermedades más frecuentes y la desnutrición infantil. El programa impulsa también accio-nes para mejorar el acceso a educación, un factor que siempre es clave para alcanzar la sostenibilidad de cualquier objetivo de acceso al agua y al sanea-miento.