“Junto con el Acuerdo de París, la implementación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible representa la mejor oportunidad que tiene nuestra especie de lograr un modo de vida sostenible en la Tierra antes de que sea demasiado tarde”. Peter Thomson, el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, inauguró con estas palabras la Semana Mundial del Agua de Estocolmo (World Water Week) y remarcó que los recursos hídricos se han convertido en el “eje fundamental de nuestra existencia y su adecuada gestión es la base para lograr los 17 Objetivos en 2030″, un reto planetario que nos implica a cada uno de nosotros.
Especialmente este año, la conciencia de globalidad ha sido común entre los más de 3.200 expertos de 133 países que se han reunido para debatir a fondo los grandes retos del agua y el saneamiento en la Semana Mundial del Agua celebrada del 27 de agosto al 1 de septiembre pasados en Estocolmo. Tras la polémica decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de abandonar los Acuerdos de París, el mundo científico e institucional que se ha reunido en la capital de Suecia ha tenido una reacción prácticamente unánime: ahora más que nunca tenemos que avanzar unidos para aprender y compartir el conocimiento de lo que está ocurriendo con el agua en la Tierra y encontrar soluciones globales, nadie puede quedar al margen.
La Semana Mundial del Agua es el principal foco de actividad del Stockholm International Water Institute (SIWI). La convocatoria nació en 1991, y se ha convertido en un punto de encuentro anual obligado para la comunidad internacional implicada en la solución de los graves problemas de agua que acosan a la humanidad. Este año ha estado representada por más de 350 organizaciones que han abordado el tema El agua y los residuos (Water and Waste) compartiendo en más de 230 sesiones (seminarios, conferencias y debates) el conocimiento más relevante y el estado de las investigaciones sobre el presente y futuro del saneamiento y la economía circular aplicada al agua.
Torgny Holmgren, director ejecutivo del SIWI, resumió la esencia del reto al que ya nos enfrentamos cada día y que nos obliga a un cambio de paradigma respecto al agua: “Reducir y reutilizar son acciones que deben estar en el núcleo de nuestra vida cotidiana. Para reducir, serán necesarios algunos cambios drásticos, especialmente por parte de los principales usuarios de agua, incluidas las industrias, los productores de energía y el sector agrícola”.
Unas de las principales dificultades para lograr el pleno acceso al agua y al saneamiento son la explosión demográfica, el cambio climático y los conflictos sociales y bélicos. En la jornada de apertura, Stephen McCaffrey, galardonado con el Premio al Agua de Estocolmo en 2017 y profesor de derecho del agua, lanzó un mensaje de esperanza fundamentado sobrelanecesaria cooperación diplomática en materia de agua: “Pese a que continuamente surgen factores negativos como la presión demográfica y las sequías, los estudios muestran que es mucho más probable que la distribución de agua conduzca a la cooperación que el conflicto”.
En el sitio web del SIWI podéis consultar el programa y descargar las presentaciones de las ponencias. Son un útil resumen del estado de la investigación científica, casos de éxito y metodologías que actualmente configuran los complejos factores del gran reto que tenemos por delante. La Fundación We Are Water asume plenamente los objetivos de la Semana Mundial del Agua de Estocolmo y plantea sus proyectos en base a este conocimiento en constante evolución que es preciso seguir, compartir y sobretodo saber aplicar.