- La sólida formación multidisciplinar de los patrones posibilita una vuelta al mundo a dos como la Barcelona World Race.
- Climatología, meteorología, medicina e ingeniería son imprescindibles en la navegación en solitario y a dos.
- La gestión a bordo de un IMOCA 60 muestra una analogía con la de los proyectos de la Fundación We Are Water que llevan agua y saneamiento a áreas deprimidas con el objetivo de la sostenibilidad.
Justo antes y poco después de virar el mítico cabo de Hornos, el We Are Water atravesó los meridianos de los proyectos de Nicaragua, Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú y Brasil. En estos como en todos los proyectos de la Fundación, la formación es imprescindible para conseguir la sostenibilidad de los mismos. Los beneficiarios, que en muchos casos paticipan directamente en los trabajos, son luego los que deben garantizar la gestión y el mantenimiento de las instalaciones o los programas de trabajo. Esto implica que todo proyecto debe ir acompañado de un programa de formación que es imprescindible para garantizar la sostenibilidad del mismo. La formación, entendida como el resultado de un programa educativo a largo plazo, es además el punto de partida de los programas que inciden directamente en la higiene y la salubridad, y en la recuperación del ciclo del agua en zonas castigadas por la erosión o métodos agrícolas y ganaderos inadecuados.
Sin formación no hay gestión eficiente, y sin gestión eficiente no hay sostenibilidad y los resultados de la ayuda no pueden perdurar en el tiempo. Este principio se puede aplicar a la navegación oceánica que guarda interesantes analogías con el desarrollo de la formación en los proyectos.
Formación multidisciplinar teórica y práctica
Un navegante oceánico que se embarca en una regata en solitario o a dos debe de poseer un nivel de conocimientos muy alto para manejar con eficiencia la compleja “smart city” que es un IMOCA 60 como el We Are Water consiga dar la vuelta al mundo y acabar la Barcelona World Race. Es una metáfora aplicable a la filosofía de los proyectos de ayuda de la Fundación.
En efecto, Bruno y Willy García tienen una amplia formación teórico-práctica sobre un amplio abanico de disciplinas científicas y técnicas. Estos conocimientos los permiten gestionar por ellos mismos cualquier actividad relacionada con la navegación y la supervivencia, y los convierte en autosuficientes a excepción de la comida que es el único elemento que, en una competición deportiva, debe forzosamente provenir del exterior.
En primer lugar, deben conocer la meteorología a fondo. Los conocimientos de esta ciencia en constante evolución son la base no sólo del éxito deportivo en la regata sino de la propia seguridad. La planificación de una vuelta al mundo a vela es primero climática: el equipo tiene que prever qué condiciones generales va a tener a lo largo del recorrido y preparar los factores que dependen de ellas. Cualquier planificación de las actividades a bordo depende de la previsión climática: la frecuencia de las maniobras, el orden de estiba de las velas, el consumo de energía, los turnos de guardias, el vestuario y la alimentación.
Luego, en navegación, entra la meteorología como eje de la vida a bordo. Los navegantes deben tener, en primer lugar, profundos conocimientos teóricos que les permitan entender y prever la evolución de los sistemas meteorológicos que van surgiendo en el recorrido; pero luego deben saber actuar en consecuencia, interpretando adecuadamente las indicaciones de los sofisticados programas informáticos que integran los datos meteorológicos con las características de velocidad de su barco. Esto implica saber manejar los sistemas de comunicación vía satélite, el software de navegación y la electrónica de a bordo.
Si la electrónica no puede fallar – y muchos son los factores adversos que tienen los circuitos y las conexiones en un ambiente constantemente húmedo y amenazado por el salitre – tampoco puede hacerlo la electricidad. En su rutina de navegación, Bruno y Willy chequean diariamente el estado de las baterías y comprueban cómo evoluciona el consumo y la carga. Aquí entra en juego la previsión de la carga proveniente de los hidrogeneradores, la fuente de energía limpia que llevan todos los barcos de la Barcelona World Race y que permite prescindir al máximo del alternador del motor.
Los navegantes de la Barcelona World race también tienen que poder solucionar la mayor parte de las averías que continuamente surgen durante la navegación. Esto les obliga a tener conocimientos de electricidad, mecánica y química. Deben ser capaces tanto de reparar una potabilizadora (ver el newsletter), o un alternador, como encolar una vela rasgada o laminar con resina de poliéster un desperfecto en el casco.
También tienen que tener buenos conocimientos de medicina, saber actuar rápido en caso de un accidente personal a bordo y diagnosticar una enfermedad. Estas acciones en el We Are Water están garantizadas por Bruno García, cardiólogo de profesión, pero para el resto de los patrones estos conocimientos son imprescindibles, del mismo modo que saber establecer una consulta telemédica y usar en ella la Guía de la Medicina a Distancia que llevan a bordo.
En contraste con las regatas con tripulación, en la que ésta está formada por un conjunto de especialistas, en la navegación en solitario y a dos es imprescindible un alto nivel de formación multidisciplinar, de modo que cada navegante debe literalmente “saber hacer de todo y hacerlo bien”.
Bruno y Willy nos demuestran cada día en el We Are Water que su modelo es aplicable a cualquier proyecto por compleja que pueda resultar la aplicación de las soluciones. Con educación y formación pueden surgir pozos del desierto, regenerarse los bosques y prever la recogida de agua para la estación seca. Pueden evitarse enfermedades, empoderar a las mujeres y frenar las migraciones indignas. La formación que hace libres a Bruno y Willy para navegar alrededor del mundo, hace libres y dignos a los que necesitan agua y saneamiento.
Recuerda que puedes seguir la evolución de la baliza Argo que lanzaron Bruno y Willy García en la página de la baliza del We Are Water.
El We Are Water ha dejado atrás las latitudes australes y navega por el Atlántico. En cuarta posición, Bruno y Willy se encuentran a unas 3800 millas de la línea de llegada.
El mensaje sigue dando la vuelta al mundo. (Ir a la página de los meridianos)
Sobre la Fundación We Are Water
La Fundación We Are Water, impulsada por la empresa Roca, tiene como objetivos, por un lado, sensibilizar a la población en general y a las administraciones sobre la necesidad de fomentar una nueva cultura del agua en el mundo y, por otro, paliar los efectos negativos relacionados con la falta de recursos hídricos, mediante el desarrollo de proyectos de cooperación y ayuda junto a diversas organizaciones como Educación Sin Fronteras, Fundación Vicente Ferrer, Intermón Oxfam y Unicef.