Invitar a los miembros de una comunidad a ver la “caca” o la “mierda” – sin eufemismos – que se acumula en las zonas más sucias de su barrio, en las que defecan habitualmente al aire libre, y analizar las consecuencias higiénicas de esta práctica es el primer paso de una nueva forma de implementar planes de construcción de letrinas. En estos casos, el objetivo de los facilitadores de los proyectos de ayuda es lograr concienciar mediante la provocación de un sentimiento de vergüenza, y a partir de ahí promover el convencimiento de que la comunidad puede lograr por sí misma el conocimiento y los medios para acabar con una lacra que provoca enfermedades, mortandad infantil y limita sus posibilidades de crecimiento económico y social.
Es una forma provocadora y no intervencionista de enfrentar a la comunidad con el problema, dejando las decisiones y las acciones a su cargo. Es el primer paso que ejecutan los facilitadores de la metodología SANTOLIC (Saneamiento Total Liderado por la Comunidad) que la Fundación We Are Water y UNICEF están aplicando en el nuevo proyecto de ayuda en Burkina Faso.
Acabar con la diarrea crónica infantil
El proyecto se ha iniciado en la región Centro Oeste del país africano, una zona que tiene una muy baja tasa de acceso a infraestructuras de saneamiento (26%) y un alto porcentaje de defecación al aire libre (68%); problemas que se agravan con una muy baja tasa de acceso a una fuente mejorada de agua (18%). Respecto a las zonas rurales de la región, la tasas de acceso de las familias a infraestructuras de saneamiento se reduce hasta el 11,9%.
Esto provoca una alta persistencia de las enfermedades de transmisión hídrica entre niños y niñas. La prevalencia de la diarrea alcanza al 20,7% de niños menores de 5 años. Estas enfermedades son también una de las principales causas de desnutrición: el 10,4% de los niños menores de 5 años sufre desnutrición aguda. El objetivo del proyecto es lograr proporcionar condiciones salubres a niños y niñas, así como promover mejoras en su salud a lo largo de la vida.
Hacia el saneamiento autogestionado
El SANTOLIC está basado en un enfoque participativo que anima a la comunidad a que analice su situación de salud y saneamiento y así tomar decisiones para construir sus propias letrinas para terminar con la defecación al aire libre. Esta metodología reconoce que el simple hecho de construir letrinas no es garantía de su uso y es preciso un cambio de prácticas y actitudes respecto al saneamiento e higiene que choca muchas veces con la cultura y costumbres de la población.
Para ello es imprescindible concienciar a la comunidad de las pobres condiciones higiénico-sanitarias de su entorno y hacerla testigo de sus consecuencias, para que así sienta rechazo de sus propias prácticas y conseguir un cambio en las mismas.
A partir de ahí los facilitadores del proyecto guían a la comunidad a construir sus letrinas y sistemas de saneamiento con sus propios materiales y recursos; imparten el conocimiento para su mantenimiento y asesoran en la creación de comités para promocionar las prácticas higiénicas, especialmente entre los niños. De este modo, se logran infraestructuras sostenibles y hábitos que se incorporan a la cultura comunitaria sin rechazo.
UNICEF y la Fundación We Are Water: una alianza renovada
El nuevo proyecto, que procurará la construcción de al menos 1.800 letrinas, se enmarca en la nueva etapa de colaboración que han establecido la Fundación We Are Water y UNICEF. Después de haber desarrollado cuatro proyectos durante los últimos ocho años, ambas instituciones han firmado un nuevo acuerdo para seguir avanzando en la consecución de acceso al agua, saneamiento e higiene para la infancia, desde este nuevo enfoque basado en el empoderamiento de la comunidad.
En el acto de la firma, Anna Folch, presidente de UNICEF Cataluña, destacó el factor clave del nuevo proyecto: “Tenemos que concienciar a las comunidades para que se empoderen y sean capaces de solventar sus problemas de saneamiento ellos mismos. Esto es fundamental para paliar la mortalidad infantil a causa de enfermedades que serían evitables con sistemas adecuados de acceso al agua y de saneamiento”.
Folch valoró la colaboración con la Fundación We Are Water: “En estos últimos ocho años esta alianza nos ha permitido trabajar en muchos países, mejorar la vida de muchos niños y niñas, y garantizar sus derechos. Para UNICEF es fundamental seguir aunando esfuerzos, y colaborar con una institución como la Fundación We Are Water, cuyos objetivos son también los de UNICEF, es una garantía de eficacia”.
Por su parte Xavi Torras, director de la Fundación We Are Water, destacó la importancia de seguir avanzando en el desarrollo de nuevas soluciones en saneamiento como las que incorpora el nuevo proyecto: “El saneamiento es una de las áreas que más retraso tiene hoy en día. En el mundo, 2.500 millones de personas no tienen acceso al saneamiento adecuado, y en futuro vamos a incidir de forma muy especial en esta área. Nos ilusiona renovar nuestra colaboración con UNICEF; el proyecto de Burkina Faso es muy importante para que las comunidades sean conscientes de su capacidad de acción y que las instalaciones no se abandonen en el tiempo. UNICEF puede realizar estos cambios culturales tan importantes para ello”.