Distritos de Lilongwe y Chikwawa, Malawi
Con la colaboración de
Octubre 2022 – octubre 2023
Construimos sistemas de extracción y distribución de agua potable y rehabilitación de las letrinas escolares. Mejoramos los conocimientos y prácticas sobre higiene con especial atención a la higiene menstrual y eliminamos las barreras adicionales para las niñas y mujeres, causadas por el imaginario colectivo y la falta de suministros de calidad.
Objetivos
- Mejorar la educación desde el derecho al agua, el saneamiento y la higiene con una perspectiva de sostenibilidad ambiental y participación comunitaria
- Lograr que las niñas accedan a la higiene menstrual.
- Lograr un modelo replicable en contextos periurbanos y rurales, enfocado en la sostenibilidad ambiental.
Beneficiarios
6.400 directos
3.230 mujeres y 3.900 niños y niñas menores de 15 años
1.500 indirectos
765 mujeres. Las familias de los estudiantes que no viven en las comunidades adyacentes, pero acuden a las escuelas que participan en el proyecto.
Sobre el terreno
Falta de acceso al agua
En Malawi, uno de los países más pobres del mundo, el 21,3% de la población tiene un acceso limitado al agua, el 5,8 % lo tiene sin garantías de salubridad y el 2,23 %, más de 425.000 personas, consumen aguas superficiales.
En el ámbito periurbano y rural, muchas familias están expuestas a la insalubridad y la inseguridad alimentaria, y sufren un significativo deterioro del nivel educativo escolar.
El colectivo más perjudicado es el de las mujeres y niñas, pues la sociedad patriarcal malauí les asigna el rol de ir a buscar agua, lo que hace que destinen más de una hora diaria a esta tarea, que muchas veces tienen que llevar a cabo en condiciones muy duras y peligrosas.
Por otra parte, los problemas de salud de la familia, especialmente de los niños, provocada por la falta de agua potable, aumenta la carga de trabajo de las mujeres que son las que prodigan los cuidados.
Las zonas de los distritos de Lilongwe y Chikwawa, en las que se implementará el proyecto, no tienen fuentes de agua potable. El agua en superficie está contaminada y no pueden acceder a la subterránea porque el nivel ha descendido a causa de las recurrentes sequías de los últimos años.
La mayor parte de las bombas de agua en Malawi son las manuales Afridev que alcanzan una profundidad máxima de 45 metros, que en las zonas de implementación del proyecto no es suficiente.
Sólo queda la posibilidad de utilizar bombas que extraigan de forma mecánica. Sin embargo, la mayoría de las que están en el mercado necesitan combustibles fósiles y Malaui es un país sin reservas de petróleo y con un 43% de la población en situación de pobreza multidimensional, lo que merma la capacidad para adquirir combustible.
Saneamiento e higiene deficientes en las escuelas
Las escuelas participantes ya tienen letrinas, pero están en mal estado y no cumplen los estándares de calidad. De media, hay una letrina por cada 150 estudiantes, lo que hace que se deterioren con rapidez. Muchas se atrancan y es el alumnado, sin formación sobre su funcionamiento, el encargado de limpiarlas, muchas veces como castigo impuesto por un profesorado también sin capacitación.
Higiene y educación menstrual
Además, las letrinas no están construidas para garantizar la intimidad y funcionalidad para las chicas cuando menstrúan, provocando que muchas de ellas dejen de ir a clase.
Se calcula que las chicas pierden aproximadamente un mes por curso escolar como consecuencia de la menstruación (dos o tres días por ciclo menstrual).
Por otra parte, las chicas además sufren el acoso y abuso de sus compañeros quienes desconocen el tema o tienen una visión distorsionada de la salud sexual por su cultura.
Aunque el conocimiento de las chicas es mayor que el de los chicos, ellas siguen teniendo información negativa sobre la menstruación que es un tabú en su comunidad.
Falta de acceso a suministros para la higiene menstrual
En Malawi se suelen utilizar compresas reutilizables que cuando se ensucian hay que lavar lo antes posible. Al no contar con agua en la escuela y con intimidad suficiente, las chicas optan por no asistir a clase.
En las comunidades en las que se trabajará, lo más común es utilizar gasas que no son lo suficientemente impermeables, por lo que las chicas acaban manchando la ropa interior o incluso el uniforme.
El aumento de los conocimientos sobre salud sexual y menstruación se verá frustrado si las chicas no tienen acceso a suministros para la higiene menstrual. Esto se debe a que la oferta no es suficiente o a un precio razonable. Las compresas reutilizables son ampliamente aceptadas, pero no se encuentran con la calidad suficiente o a buen precio.
Existen otro tipo de artículos que tienen ventajas para las chicas como la copa menstrual, que no hace falta secarla y es reutilizable. No obstante, en las comunidades todavía es rechazada.
Desconocimiento de las prácticas de higiene básicas
Por otro lado, es básico formar en las pautas higiénicas adecuadas, en particular para la lucha contra la covid-19 o la diarrea. Sólo el 11% de las escuelas del país realizan el lavado de manos como una práctica habitual.
En detalle
El proyecto se desarrollará en dos distritos de Malawi: en la zona periurbana de la capital de Lilongwe y en la zona rural de Chikwawa.
Se trabajará en tres puntos fundamentales:
- Construir sistemas de extracción y distribución de agua potable gestionados a nivel comunitario, que funcionen con energía solar, para abastecer a las cuatro escuelas y sus comunidades adyacentes.
- Rehabilitar las letrinas de las cuatro escuelas con enfoque de género, fomentando la apropiación comunitaria.
- Mejorar los conocimientos y prácticas sobre higiene en las cuatro escuelas y comunidades adyacentes prestando especial atención a la higiene menstrual y a las barreras adicionales para las niñas y mujeres, causadas por el imaginario colectivo y la falta de suministros de calidad.
Este proyecto incluye un componente innovador que trata de responder a uno de los desafíos detectados en la identificación, siendo esencial para la sostenibilidad de los resultados: la falta de suministros para la higiene menstrual.
Sin ellos, el trabajo en el proyecto se vería frustrado. Una de las formas de abordarlo es garantizar cadenas de suministros de artículos, ya aceptados en las comunidades o nuevos. Así, se implementarán ferias de mercado en las que se promocionarán artículos, lo que facilitará la creación de una cadena de suministros que garantice que estén disponibles.
Este componente es piloto y UNICEF no la ha abordado anteriormente en Malawi. Por lo tanto, se han seleccionado dos zonas: una rural (especialmente vulnerable por la distancia a los centros de producción) y otra periurbana (vulnerable por el olvido que sufre al tener los suministros cerca pero a coste muy alto). La finalidad es que se pueda observar cómo funciona la actividad en los dos ámbitos, sacar conclusiones y replicarlas en el futuro. Esta prueba en dos zonas es importante porque aprovecha las similitudes y diferencias que ambas tienen.
El proyecto utilizará puntos focales locales de UNICEF para supervisar la ejecución de las actividades. También se realizarán visitas programáticas para evaluar el progreso y los resultados.
Perspectivas de sostenibilidad
Todas las intervenciones previstas en este programa impulsarán la capacidad de los programas, iniciativas y redes existentes del Gobierno del Malaui, así como las estructuras oficiales y oficiosas a nivel nacional y descentralizado.
A nivel institucional
La sostenibilidad del proyecto se garantizará en los tres resultados:
- En el caso de los sistemas de agua, es esencial la implicación de la comunidad. Para ello, se crearán crearán Comités Comunitarios de Gestión de Agua (CCGA), que recibirán formación durante la ejecución y seguirán operando una vez el proyecto haya finalizado.
- En el caso del saneamiento en la escuela, durante el proyecto se formará a personal docente para que sea punto focal de saneamiento y, junto con el alumnado, se establecerán sistemas de limpieza y mantenimiento.
- En el caso de la higiene menstrual, además de las formaciones que se darán a los grupos de madres y profesorado, que seguirán trabajando una vez finalice el proyecto, se incluirá al sector privado en el suministro de productos, lo que garantizará el acceso a este tipo de artículos en el futuro. Para la higiene general, se crearán clubs de WASH formados por estudiantes para la promoción de la misma a largo plazo.
A nivel técnico
Además de con los comités y formaciones, se garantizará la sostenibilidad de las infraestructuras:
- En los sistemas de distribución de agua. A pesar de que es más caro instalar un sistema que funciona con energía solar, es también más sostenible, en términos medioambientales (cero emisiones) y en términos de mantenimiento y funcionamiento. Su contaminación acústica es también menor que la de los diésel y presentan menos problemas mecánicos.
El sistema será de corriente continua para evitar la utilización de baterías e inversores que tienen un coste de mantenimiento alto. - En el caso de las letrinas. No necesitan un mantenimiento específico, más allá de la limpieza que se asegurará con la organización escolar. Para cualquier reparación se comunicará al Oficial de Educación Distrital quien contactará con el Ministerio de Educación.
En cuanto a la sostenibilidad de los resultados:
- Sistemas de agua. En las sesiones de movilización comunitaria se valorará la disponibilidad de las comunidades para pagar una tarifa plana por el servicio. Este dinero será gestionado por el CCGA a través de una cuenta bancaria y se utilizará para pagar un pequeño sueldo a las personas operarias del sistema y, al mismo tiempo para cubrir reparaciones o piezas necesarias.
- Saneamiento. El profesorado formado en saneamiento, transmitirá sus conocimientos al alumnado para que utilicen y mantengan las letrinas.
- Promoción de la higiene. Se formará a los clubes de WASH que después realizarán actividades con sus pares para promocionar el lavado de manos y otras pautas higiénicas básicas. Además, se formará a chicas y chicos en higiene menstrual y salud sexual. La formación de los chicos es esencial para que los resultados conseguidos con las chicas no se vean revertidos en el futuro. Además, los grupos de madres y profesorado abordarán estos temas, garantizando que se cambian pautas e imaginarios culturales sobre la menstruación y pudiendo formar a más estudiantes en el futuro.