Ganjikunta, en el distrito de Anantapur, en el estado de Andhra Pradesh, India
Con la colaboración de
2011
Almacenamiento del agua y la recuperación de los acuíferos en una de las zonas climáticamente más duras y de mayor pobreza de la India.
Objetivos
- Construcción de un embalse de 80.000 m3 para almacenar agua, recuperar los acuíferos y regar una superficie de 22,26 ha.
Beneficiarios
1.720 directos
Sobre el terreno
Es una zona con pobreza y clima extremos. La agricultura se basa e el monocultivo, con una alta tasa de desertización y deterioro de los acuíferos.
Anantapur, el mayor distrito de los 22 que configuran el estado indio de Andhra Pradesh, sufre una carencia extrema y continuada. Tiene una extensión aproximada de 1.913.000 hectáreas (19.130 km2) de las que 1.001.000 (el 52%) están destinadas al cultivo. De éstas, tan sólo 142.000 hectáreas (el 14.19 %) cuentan con algún tipo de sistema de riego, lo cual convierte al distrito de Anantapur en una de las áreas geográficas de India peor dotadas en lo que a infraestructuras de riego se refiere. Su población supera los tres millones y medio de habitantes, la mayoría de los cuales vive en las zonas rurales. Tres cuartas partes de la población dependen directa o indirectamente del sector agrario que se encuentra en una situación precaria debido a la extrema pobreza y a las duras condiciones climáticas.
Una circunstancia que agrava la situación de pobreza de la zona es el sistema de castas que, aunque oficialmente abolido por la Constitución de la India, sigue en la práctica socialmente arraigado y determinando la vida de las personas. De todas las castas, la más baja es la de los dálits o intocables, un extenso grupo de 160 millones de personas que son excluidas socialmente, ya que constituyen el estrato más bajo de la sociedad.
Clima extremo, monocultivo y desertización
La práctica totalidad de las lluvias que se producen en el distrito de Anantapur provienen del monzón originado en el océano Índico. Es el segundo distrito en India que menos agua de lluvia recibe: 553 mm de media anual y un 70 % de ésta se concentra de mediados de junio a finales de septiembre que es la época de los monzones. Por consiguiente, todos los ríos de la región son de caudal muy variable, yendo de la sequedad al carácter torrencial en función de la época del año.
Estas avenidas torrenciales arrastran la capa fértil de la tierra causando erosión y, por otra parte, las características de la tierra favorecen la rápida filtración del agua en las zonas de cultivo, un fenómeno devastador ya que el agua arrastra consigo sus nutrientes hasta la zona freática que se encuentra muy alejada de las raíces. Las zonas de cultivo quedan así deterioradas hasta llevarlas a tal grado de acidez que resulta difícil devolverles su productividad, abocando a los campesinos al monocultivo de especies adaptadas con el subsiguiente empobrecimiento de su dieta.
A su vez, las poblaciones de la zona, generalmente constituidas con construcciones de adobe y hojarasca, sufren enormemente las consecuencias de las lluvias torrenciales, que destruyen las viviendas y generan situaciones de insalubridad que causan todo tipo de enfermedades.
En detalle
La construcción de un embalse permitirá el almacenamiento del agua y la recuperación de los acuíferos en una de las zonas climáticamente más duras y de mayor pobreza de la India. El beneficio inmediato será el incremento de la productividad y la diversificación de los cultivos, fundamental para mejorar la calidad de vida y los ingresos económicos de sus habitantes y frenar el abandono de la tierra y la migración a las grandes ciudades.
En la actualidad, el trabajo de la Fundación Vicente Ferrer – y sus contrapartes en la India, RDT/WDT (Rural Development Trust and Women Development Trust) – en la zona de Anantapur se extiende por una superficie de 19.130 km2, alcanza 2.313 pueblos y beneficia a más de dos millones y medio de personas. Desde hace décadas, la Fundación ejecuta un amplio programa de desarrollo integral con el objetivo de conseguir una mejora real de las condiciones de vida de las comunidades más discriminadas de Anantapur. Erradicar la pobreza extrema en la región requiere la ejecución de proyectos muy diversos estructurados a partir de acciones que se basan en la construcción de viviendas adecuadas, la educación, la sanidad, las ayudas a las personas con discapacidad y a la mujer y la regeneración de los cultivos, aspecto este último directamente ligado a la recuperación del equilibrio ecológico.
Un factor fundamental de este programa de desarrollo es frenar la desertización y recuperar los niveles de los acuíferos. En el sur de la India el agua de lluvia se ha utilizado tradicionalmente como método de riego a través de su almacenamiento en depósitos. Durante el período precolonial, la construcción y el mantenimiento de estos depósitos fue una prioridad, tanto para los gobernantes como para la comunidad. Sin embargo, los elevados costes necesarios para su mantenimiento y la falta de recursos destinados a este fin han hecho que la situación de la mayor parte de ellos sea muy deficiente.
Sin embargo, en los últimos años se ha observado un cambio en la política gubernamental que destaca la necesidad de actualizar los tradicionales sistemas de irrigación. En 1.997 se aprobó la Andhra Pradesh Farmed Managed Irrigation System Act (APFMIS Act), ley por la que el gobierno estatal cede, con ciertos límites, la gestión de los recursos hídricos a los municipios y a las asociaciones de usuarios. Por otra parte durante los últimos años, el gobierno de la India crea leyes con la finalidad mejorar las infraestructuras hídricas que han servido para incentivar las buenas relaciones existentes entre las autoridades locales y la Fundación Vicente Ferrer.
En este contexto se sitúa la construcción de este embalse en Ganjikunta. Una estructura capaz de almacenar 80.000 m3 de agua de lluvia. Situado a dos kilómetros de la población recogerá el agua procedente del arroyo local Chinna Vanka y servirá para alimentar un total de un pozo abierto, tres pozos superficiales y dos fuentes de agua potable. Con el agua recogida podrá ampliarse en 25 acres (10,12ha.) el área de regadío, añadiéndose a los actuales 30 acres (12,14 ha.) de tierra irrigada. Este almacenamiento de agua permitirá, por filtración, regenerar depósitos subterráneos que proporcionen agua a los pozos de la zona y mejorar la reforestación para recuperar el ciclo natural del agua.