Región de Kabadougou, Costa de Marfil
Con la colaboración de
Septiembre 2022 – diciembre 2024
Asegurar un entorno escolar seguro y saludable e instalaciones adecuadas de agua, saneamiento e higiene para escolares residentes en la región de Kabadougou. Garantizar la educación de las niñas y adolescentes, además de la formación del profesorado. Utilizar el reciclaje de los residuos plásticos para construir escuelas.
Objetivos
- La construcción y rehabilitación de las instalaciones de agua, saneamiento e higiene en tres escuelas.
- El fortalecimiento de las capacidades para una buena gestión y cuidado de las instalaciones e higiene.
- El apoyo a la higiene en las escuelas.
Beneficiarios
924 directos
De ellos, 900 estudiantes (todos menores de 15 años y 462 mujeres) y 24 profesores.
4.200 indirectos
La comunidad escolar en su totalidad.
Sobre el terreno
Crisis educativa, pobreza y contaminación
Costa de Marfil atraviesa una crisis educativa. Los escolares acaban su ciclo educativo sin conocimientos suficientes y no todos acceden en igualdad de condiciones. Esta situación presenta una relación directa con la falta de inversión en la educación de calidad en la primera infancia; en consecuencia, cuando los niños y niñas comienzan la escuela primaria, ya presentan retrasos en las competencias y habilidades que necesarias para prosperar. La escasez de docentes y su baja cualificación específica para la educación infantil es otra de las causas del problema.
El sistema educativo de Costa de Marfil es de los más desiguales de África y dos millones de niñas y niños están fuera de un sistema que está lastrado por fuertes desigualdades de género. Esto ocurre sobre todo en el medio rural, donde hay una notable escasez de entornos escolares para la etapa infantil. También la falta de escuelas provoca que algunas familias opten por no matricular a sus hijos, ya que el coste de la escolarización es elevado y el estado dedica menos del 2% en educación para la educación en la primera infancia.
En concreto, la zona noroeste de Costa de Marfil se caracteriza por poseer los mayores índices de pobreza del país (61%). Allí, las escasas inversiones en infraestructuras económicas y sociales o recursos humanos son claramente insuficientes, y las instalaciones públicas están mal distribuidas, lo que limita el acceso a los servicios básicos de educación y salud.
En cuanto a escuelas, hay zonas en las que, para una población de cerca de 200.000 habitantes, sólo existen 78 centros de infantil, 146 aulas, 4.321 estudiantes y 171 docentes. Cerca del 80% de niños y niñas tienen que desplazarse más de 15 km para llegar a la escuela. Una de cada cinco escuelas están incompletas, sólo el 46 % de los centros tiene algún punto de suministro de agua potable y sólo el 50 % tiene instalaciones de saneamiento en condiciones.
En general, los ciclos de primaria no se imparten de forma completa, faltan instalaciones y el personal cualificado reivindica con frecuentes huelgas la falta de recursos y salarios dignos. Un dato es especialmente relevante: seis de cada diez personas en situación de pobreza no han recibido educación.
Esta situación afecta más a los hogares rurales pobres, donde las niñas tienen solamente un 2% de probabilidad de completar la secundaria, frente al 49% de los niños urbanos ricos.
El riesgo de no escolarización en la región del Noroeste es de 54,6%, cifra que es de las más altas del país y que afecta particularmente a las niñas.
Por otra parte, entre las familias y comunidades existe el desconocimiento de la importancia que para el desarrollo integral infantil tiene esta etapa educativa.
Además de las deficiencias en educación, la falta de oportunidades de empleo, así como el limitado acceso a los servicios sociales básicos, alimentan el círculo de la pobreza y la desigualdad, que afecta especialmente a las mujeres.
La morbilidad y la mortalidad infantil están dominadas por enfermedades infecciosas: malaria, enfermedades diarreicas y neumonía. Por otra parte, la mala gestión de los residuos y la falta de acceso al saneamiento son las principales causas de enfermedades transmisibles como el cólera, la fiebre tifoidea y las enfermedades transmitidas por los alimentos.
El proyecto pretende restaurar el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad para los niños y niñas más vulnerables y su derecho al agua, saneamiento e higiene con el fin de que permanezcan en las escuelas y puedan completar con garantías su educación. Para ello, ponemos el foco en la creación de entornos escolares acogedores, saludables y seguros, construyendo infraestructuras de agua, saneamiento e higiene de forma ecosostenible y desde una perspectiva de género, fomentando la implicación comunitaria por la educación y reforzando la comunidad escolar (en especial las mujeres) para la consecución de estos derechos.
En detalle
Las aulas de infantil se construyen siguiendo los principios de las Escuelas Amigas de la Infancia de UNICEF. El objetivo es crear ambientes seguros, acogedores, integradores y estimulantes. Las aulas de infantil se construyen siguiendo los principios de las Escuelas Amigas de la Infancia de UNICEF. El objetivo es crear ambientes seguros, acogedores, integradores y estimulantes.
Las construimos de forma ecosostenible, con ladrillos fabricados a partir de plástico reciclado. Habrán instalaciones de saneamiento en tres escuelas de primaria de la zona de Savanes, que además ya disponen de aulas hechas con ladrillo de plástico reciclado y han sido apoyadas por la cooperación española a través de UNICEF España.
Con el fin de que los entornos escolares creados sean también saludables, dotaremos a las aulas nuevas con suministro de agua potable y saneamiento adaptados a las edades de los menores que las utilizarán. Esto permitirá fomentar sus derechos humanos a la salud y al agua y al saneamiento.
Mejoraremos también las capacidades del profesorado para que su labor sea eficaz a la hora de promover el desarrollo y el bienestar emocional, psicológico y físico de todos los niños y niñas. El objetivo es lograr que su trabajo se lleve a cabo en el marco de la pedagogía interactiva, cimentada en los derechos y centrada en los niños y niñas.
La implicación de las familias, padres y madres y del profesorado en el nivel de educación infantil, es otra de las claves de este proyecto. Es imprescindible para lograr el potencial para mejorar la calidad de la educación, fomentar la participación de las mujeres y promover la educación de las niñas.
Llevaremos a cabo jornadas de sensibilización antes y después de la construcción de las instalaciones. De este modo, contribuiremos a aumentar la concienciación y movilización de las comunidades, así como a la conexión de las acciones del proyecto con la agenda global de educación y el agua y saneamiento.
Las fases del proyecto son aproximadamente:
- Construcción de puntos de agua a la red, orificio y bomba manual
- Construcción Rehabilitación de letrinas para niñas, niños y profesores
- Construcción lavamanos
- Formación a los comités escolares y profesores
- Provisión de suministros y materiales de higiene
Perspectivas de sostenibilidad
La estrategia integral del proyecto incluye la sostenibilidad ecológica como eje transversal. La construcción ecosostenible de las aulas y las instalaciones de saneamiento e higiene es el primer paso. Para ello, UNICEF ha establecido una alianza con Conceptos Plásticos, empresa social colombiana especializada en reciclaje del plástico que abrió una fábrica en Abiyán, donde hoy se transforman residuos plásticos en ladrillos para construir aulas escolares como las que contempla el proyecto. Este tipo de construcción contribuye, además, a la sensibilización tanto de las comunidades escolares, como de las comunidades a las que pertenecen, respecto a la separación de residuos y el reciclaje en particular, y el cuidado del medio ambiente en general.
A esto hay que sumar que los contratos de construcción tanto de las aulas (ya construidas) como de las instalaciones sanitarias, incluyen la plantación de árboles siguiendo el modelo de Escuelas Verdes. Esto tiene una doble finalidad, pues por un lado se cubre la necesidad de crear espacios de sombra y entornos saludables, y por otro permite educar en el cuidado del medioambiente y despertar la sensibilidad medioambiental en la comunidad escolar.
La plantación se inscribe en el programa nacional “Una escuela, y hectáreas de bosque”, que es fruto de la colaboración entre el Ministerio de Agua y Bosque y el Ministerio de Educación de Costa de Marfil. Su objetivo es promover las plantaciones de bosque en el entorno escolar y favorecer el desarrollo sostenible para satisfacer las necesidades pedagógicas, materiales y financieras de la comunidad educativa. Como resultado del programa se tendrá la promoción de un comportamiento respetuoso con el medio ambiente en el sistema de educación nacional y una mejora de las condiciones de vida y de trabajo del alumnado y el profesorado gracias a las prácticas agroforestales.
Para completar la estrategia de sostenibilidad, promoveremos que los grupos locales escolares lideren iniciativas en cada escuela que traten la temática de forma para cosolidar la concienciación e implicación de las comunidades en el largo plazo.
Todo ello resulta de vital importancia debido a la degradación medioambiental que vive Costa de Marfil y que afecta de manera especial a la población en situación de vulnerabilidad como la que se beneficia del proyecto. De ahí todo el trabajo se hará desde y con las comunidades, las mujeres y la comunidad escolar, para poder exigir el derecho a un medio ambiente adecuado y saludable.