La aplicación de la energía del sol al riego por goteo fue impulsada por vez primera en la India en 2005 por la Fundación Vicente Ferrer, de la mano de Moncho Ferrer, hijo de Vicente Ferrer y actual director de programas de su Fundación. Ya por entonces en el país asiático se había iniciado el uso de la energía eléctrica de origen solar en la agricultura, pero ésta no se había utilizado aún en el riego por goteo. En la actualidad, el gobierno indio está desarrollando un plan para llevar este sistema a todo el país.
La India es uno de los países más amenazados por el cambio climático; de hecho, sus consecuencias ya se están notando desde hace años en la alteración del régimen monzónico. Las lluvias que provienen de los vientos del SW del océano Índico, y riegan la mayor parte de su territorio en la época de verano, son cada vez más irregulares en periodicidad y cantidad. Esto causa graves perjuicios a los agricultores, especialmente en las zonas más áridas como las de Anantapur y Kurnool, donde más del 70 % de sus habitantes son campesinos que viven por debajo del umbral de la pobreza, y para los que la falta de agua es uno de sus más acuciantes problemas. Los procesos de migración de las personas con menos recursos desde las zonas rurales a las ciudades es la causa de los graves desequilibrios socioeconómicos a los que se enfrenta el país asiático.
Por otra parte, la India se encuentra de lleno en el denominado “cinturón solar” de la Tierra, la zona geográfica que mayor cantidad de luz y calor recibe del astro; una energía renovable y limpia de muy bajo coste de explotación y que puede ser gestionada con relativa facilidad por sus usuarios. Por ello, como en la mayor parte de otras zonas de nuestro planeta, la energía solar constituye una de las bases del desarrollo económico sostenible.
Un sistema sencillo y eficiente
El sistema se basa en la instalación de una bomba extractora en los pozos de agua, a unos 50 metros de profundidad. El estudio geológico previo a la perforación es fundamental para garantizar el flujo del agua freática al pozo. La bomba impele el agua hacia la superficie, hacia una cañería subterránea que, con la presión adecuada, la distribuye por las pequeñas tuberías de riego por goteo. La electricidad que mueve la bomba está producida por dos placas fotovoltaicas de 900 W cada una, que se instalan cerca de la bomba y van conectadas a un transformador de corriente eléctrica continua a alterna que es con la que funciona. El sistema es de fácil manipulación: tres veces al día, el agricultor reorienta las placas siguiendo la dirección del sol para obtener el máximo rendimiento eléctrico. La Fundación We Are Water colabora con la Fundación Vicente Ferrer en la instalación de las placas y la bomba a los agricultores, a los que se les imparte la formación necesaria para su manejo.
El riego por goteo permite proporcionar el agua justa que necesita cada planta, prácticamente sin pérdidas por evaporación y transporte, como ocurre con los canales tradicionales abiertos, y reduciendo el peligro de transmisión de enfermedades y plagas. El agricultor puede también ahorrar en fertilizantes, pues el sistema permite en algunos casos adaptar un pequeño tanque para disolver éstos y otros productos fitosanitarios en cantidades justas y controladas, con lo que se reducen también los riesgos de contaminación freática.
Sol y agua: de antagonistas a complementarios
Las variaciones climáticas del ciclo solar se corresponden con las de necesidades de riego: a mayor insolación, mayores necesidades de agua para el cultivo, pero también mayor capacidad de producir energía eléctrica disponible para el bombeo. En zonas como las de Anantapur y Kurnool, así como en muchas de España (un zona geográfica con niveles de insolación similares e incluso superiores), se pueden aprovechar para riego casi el 70 % de la radiación anual que fluctúa a lo largo de las estaciones.
El riego agrícola con agua freática es una de las actividades que más consumo de electricidad conllevan, pues implica, como hemos visto, energía para subir el agua y darle presión en las tuberías. El coste económico y medioambiental es alto: los agricultores más desfavorecidos sufren también la pobreza energética, ya que dependen mayoritariamente de la compra de combustible para los generadores eléctricos, una fuente de energía no renovable que además emite CO2, el gas principalmente responsable del cambio climático.
Seguridad alimentaria, empoderamiento y recuperación de la tierra
La instalación de un sistema de riego por goteo alimentado por energía solar aporta importantes beneficios para los agricultores:
- Aumenta la efectividad de los cultivos y, por tanto, su rentabilidad. Los agricultores pueden también ampliar las tierras cultivables.
- Se mejora la gestión de las aguas freáticas. Uno de los riesgos del uso de bombas solares es que los agricultores puedan utilizar más agua de la necesaria al no depender del coste de los generadores diesel. La adopción del riego por goteo, se evita malgastar más agua de la necesaria y ésta se gestiona con mucha mayor precisión. De este modo, el problema de sobreexplotación de los acuíferos se reduce notablemente.
- Los agricultores pueden diversificar sus cultivos. En Anantapur y Kurnool, el monocultivo del cacahuete conlleva una alta vulnerabilidad a las plagas y los caprichos de las lluvias monzónicas, por lo que cualquiera de estos factores puede desencadenar la ruina súbita de miles de personas, como de hecho ha venido sucediendo las últimas décadas. Con la facilitación del acceso al agua y el riego por goteo, la Fundación Vicente Ferrer ha promocionado entre los agricultores el cultivo de frutas, verduras y hortalizas que han incrementado la seguridad alimentaria y el nivel de ingresos de los campesinos.
- El ahorro de agua y la reducción de costes energéticos, unido a otras acciones de recuperación de los acuíferos, como la construcción de pequeños embalses para captación del agua de lluvia y la reforestación, aumenta significativamente la resiliencia de la comunidad: se incrementa la independencia de los caprichos monzónicos, y del precio de los combustibles, se frena la erosión de la tierra y se amplían los recursos de explotación económica sostenible, como la ganadería y la acuicultura.
- El sistema se establece como uno de los pilares de la protección al medio ambiente, la única manera de asegurar la supervivencia de un ecosistema a largo plazo, principal garantía de la permanencia en la tierra, del mantenimiento de las raíces culturales y del equilibrio de género.
Con ello se consigue uno de los principales objetivos de ambas fundaciones: frenar la migración a las grandes ciudades, donde los campesinos sin recursos, mayoritariamente pertenecientes a la casta más baja y segregada de la sociedad india acaban hacinados en tugurios insalubres e indignos sin posibilidades de prosperar.
Algunos proyectos a modo de ejemplo
La Fundación We Are Water colabora desde sus inicios con la Fundación Vicente Ferrer en varios proyectos con el objetivo de proporcionar acceso al agua y al saneamiento a los más desfavorecidos de la India. Cada uno de ellos viene a significar una hoja de ruta a seguir para solucionar problemas concretos.
Por lo que respecta a la promoción del riego por goteo impulsado por energía solar puedes ver el de Instalación de nuevos sistemas de fotoirrigación en Andhra Pradesh.
En el desarrollo del acceso al agua revisa el de Construcción de estructuras hídricas para la recogida y aprovechamiento del agua, Construcción de estructuras hídricas para la recogida y aprovechamiento del agua y el de Excavación de pozos en Andhra Pradesh.
Mientras que los objetivos de creación de infraestructuras para la captación de agua de lluvia quedan bien reflejados en el proyecto Construcción de un embalse en Ganjikunta.